Friday, May 11, 2012

Los Banffianos

Anoche fui a la lectura de los textos de los "nuevos" escritores. Se llevan a cabo cada jueves  y como con la lectura de la semana pasada salí encantada. Gozo mucho al escuchar cuentos y poemas leídos en voz alta, particularmente cuando son leídos por sus autores y  más aún cuando son tan geniales como los de esta gente. Anoche leyeron: un novelista  de Srilanka,  una poeta australiana, mi amigo Justin, surfeador Californiano con el que me ha tocado comer  un par de veces y  dos poetas canadienses. Después hubo una fiesta en el Maclab.

Peter y Beth se fueron hoy y los voy a extrañar también. Ayer tuvimos una conversación súper interesante sobre las diferencias entre Menonitas y Cuáqueros (activistas sociales muy de izquierda) y pues siempre siento tristeza porque me encariño con (casi) todos. Es inevitable para mi. Aquí me ha crecido el corazón.

Cuando algún amigo, que estuvo aquí, me escribe y me pregunta que cómo estoy y qué ha pasado últimamente en Banff, tengo una sensación muy extraña  y siento que no quiero contarles demasiado para  no provocarles demasiada tristeza. Han de sentir un anhelo terrible de estar aquí de nuevo. Yo ya decidí que no le voy a preguntar nada a Erica cuando me vaya y esperaré a que me escriba cuando ella se vaya de regreso a Amsterdam. Necesitaré pasar por un arduo  proceso de desintoxicación de esa droga maravillosa que es el aire de Banff.

Bromeaba con alguien el otro día de que  tal vez este lugar no sea un centro de las artes sino  otra cosa que se aproxima  más a una secta religiosa, con sus líderes, su trabajo forzado que parece más bien diversión, comida deliciosa por la que no pagas nada, un par de paseos organizados los fines de semana  (para que sigas sintiendo que eres dueño de tu tiempo y tu vida) y la retribución que es de la forma que tú elijas. Todo está hecho para que no necesites nada más y para que se  te vayan quitando poco a poco las ganas de salir de aquí. Espero entonces, tras mi regreso a México, encontrarme pronto con mi gente que funcionará como mis re-programadores para poder volver a adaptarme a la vida  en el exterior.

Aquí en Banff tenemos un par de himnos o cánticos pertenecientes a la secta  de los Banffianos  y que nos hacen cantar cada mañana mientras saludamos a nuestra bandera y durante cada comida en el comedor Vista pero son canciones secretas y no las puedo compartir con ustedes.

Sin embargo si puedo compartir esta joyita muy canadiense, aunque Sexton es gringo, que espero les guste. Este es justo el tipo de música que la gente local escucha. Y para ser sincera, me gusta y  hasta puede resultarme bastante adictivo...







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