Tuesday, April 24, 2012

Blink

Anoche en la cena conocí a un compositor ruso-neoyorquino que vino a hacer la música para el espectáculo de danza. La coreógrafa es muy famosa pero yo nunca recuerdo su nombre. Mi nuevo amigo se llama Lev y después de la cena, junto con otra escritora, hicimos un tour nocturno de los estudios en el bosque. Es la primera vez que voy de noche y sentí miedo. Miedo de los animales pero también de tropezarme. Es un lugar muy oscuro. Es difícil acostumbrarse a la verdadera oscuridad, no como cuando en México se va la luz sino una oscuridad absoluta, penetrante. Lev me regaló un disco de la música que ha hecho para cine. Me enseñó fotos de sus dos hijitos y su esposa, y me dijo que aunque viven en Nueva York los niños sólo hablan en Ruso porque él quiere que así sea por ahora. Me cayó muy bien. Dice que conoce muchos músicos mexicanos y que es gran amigo de Alondra de la Parra.  La mejor coincidencia es que les conté que acababa de ver una película que me gustó mucho y que se llama "Another Earth". En cuanto dije el nombre de la película Lev soltó una gran carcajada rusa y me dijo que él había hecho parte de la música y que su esposa canta en ella. Me fascinan esas coincidencias. El se puso feliz y la verdad es que yo también.

Tuve pesadillas en la noche después de ver las noticias. Decidí que aquí sólo voy a leer libros de poesía y novelas de Douglas Copeland.

Hoy pasé el día sola.  Me fui caminando al pueblo, y esta vez tomé el camino más largo que el más largo. O sea que me perdí. Pero no me importó porque vi dónde viven  los verdaderos banffianos y leí las placas de las casas que me instruyeron sobre la historia de los habitantes. Comí allí y caminé y entré a todas las tiendas. Todas. No compré nada. Descubrí que la mayoría de los que atienden las boutiques son extranjeros, australianos y sudafricanos. Me pregunto por qué. Y todos además son guapísimos, muchos podrían ser modelos. Este lugar es muy extraño.

Ahorita vengo llegando de cenar con Erica y una pareja que ya conocíamos pero que son de los más recién llegados y nunca se me había antojado mucho platicar con ellos pero me cayeron muy bien. Hablamos de procesos de creación y me interesó mucho lo que la mujer me contaba porque ella escribe novela histórica. Luego Erica y yo, como siempre, nos quedamos platicando- cuando todos ya se habían ido- sobre lo que es parpadear. Me contó que  mientras parpadeas tu cerebro "rellena" lo que no estás viendo para darle continuidad a la visión. Las cámaras pierden el foco, nosotros no. Es una manera de reconfortarte. Y entonces empezamos, como siempre, en la tontería, a hacer voces de caricatura de lo que te dice tu cerebro. "Aquí sigo, aquí sigo". Yo no sabía que si parpadeas más largo frente a un animal, él hará lo mismo, te imitará, sobre todo los gatos, tigres y leones. Eso me parece maravilloso. O sea que de alguna manera ellos crean esa conexión contigo.

Sería interesante ver lo que realmente sucede cuando parpadeas, y la conexión entre percepción y el cerebro.  Me imagino que será un poco como un flip book. Lo otro que no sabía y que acabo de leer es que algunas personas con enfermedades mentales parpadean más seguido. Los esquizofrénicos parpadean más al igual que los  autistas. Las personas con parkisons y los niños parpadean muy poco.

Mañana volveré al trabajo con nuevos bríos después de mi día de vacación, ahora si con gran  intensidad.  Me voy a dormir temprano porque quiero ver el amanecer. No lo he visto y dicen que es magnífico.


Para despedirme de esta dulce noche pondré algo de una banda de happy punk que viene mucho al caso y que me pone feliz, porque me recuerda a mi otro hermano. El canadiense. Mi pequeño robot.

No comments:

Post a Comment