Thursday, April 19, 2012

Ring a ding ding


Ayer fue un día rico en emociones. Otra vez escribí muy poco: medio cuento.  Pero he decidido ser gentil conmigo. Hablé con Zsu por el Skype. Cuando hablamos me hace siempre feliz. Estamos haciendo un proyecto que se llama "I am". El proyecto consiste en que yo le envío fotos con caras de personas que conozco aquí y ella hace un perfil, como lo haría un escritor al prepararse para una novela, construyendo a sus personajes. El primer intento fue asombroso. Ella es psicoanalista y realmente tiene una percepción o una intuición increíble de como es la gente. Después de comer vine al barco a trabajar pero poquito después me vino a visitar un nuevo amigo poeta, residente de Banff también. Estábamos platicando cuando de pronto él vio un venado al lado del barco. Salimos y el venado se me acercó. Se me quedó mirando, fijamente, durante un buen rato. Yo le preguntaba cosas y me miraba con una expresión casi humana. Fue muy conmovedor.  No logré trabajar mucho porque después seguí platicando con mi amigo y finalmente a las 7 me fui corriendo para cambiarme e ir al concierto de Ricky en el club. Era un concierto de despedida porque se va mañana. Estoy tristísima. Al rato iremos al pueblito de Banff a comer Erica, él y yo. Desde hace días  nos hacemos llamar "The axis of evil" porque vistos desde arriba nuestros estudios crean un tríangulo  perfecto en el bosque y siempre estamos juntos.  Nos reímos del nombre porque en realidad  no podríamos ser más románticos y nos la pasamos recitando poemas y hablando de lo injusto que es el mundo. Yo creo que de ese eje yo soy la única mala, aunque Ricky me gana en lo burlón. El concierto fue un éxito rotundo. Con su buen humor y su calidez, su  música, los videos que presentó de sus óperas y como cada canción iba atada a una historia genial y a un poema extraordinario, era imposible que todo el público no quedara conmocionado. Al final del concierto le dimos una ovación de pie durante 10 minutos. Fuimos a cenar y se unieron algunos nuevos artistas de la colonia: Beth y Peter y algunos de los directores del Centro. Beth me contó que su sobrino hizo su doctorado en Paris sobre Proust y que al graduarse el chico vendió todos sus muebles, pinto las paredes vacías de blanco, compró una silla de plástico blanca y la colocó en el centro de la habitación más grande. Luego pasó días en la silla leyendo "El camino de Swann". La imagen me gustó mucho aunque me preocupó un poco la salud mental del sobrino de Beth. Luego Erica y yo acompañamos a Ricky a su cuarto para platicar un poco más y comentar los detalles del concierto. El estaba feliz. Dijo que ha sido de sus conciertos favoritos y es extraño eso porque ha tocado en Broadway, en las salas de Opera mas importantes del mundo y ha sido aclamado por luminarias de la música, pero él dice que en Banff, algo especial sucede. Yo creo que es él el que es especial. He decidido presentárselos aquí. Este es Ricky Ian Gordon con una composición suya para una obra musical de Broadway, para piano a cuatro manos, y él bailando y cambiando las páginas para sus dos amigos pianistas. Ustedes dirán.








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