Saturday, April 14, 2012

Logos



La traducción es “palabra hablada”, pero es mucho más que eso. Estos poetas son actores y músicos de primera, empiezan a hablar, te atrapan en su ritmo, en la cadencia de sus palabras, y sin saber cómo fue, de pronto estás viendo y viviendo cosas que antes sólo le pertenecían a la imaginación o a la realidad de esa persona.

En el escenario los poetas se transforman, crecen en estatura o a veces se convierten en niños o en diminutos seres. Son personajes, “personaes”.

En spoken word el intérprete es el poema.

Anoche  se presentaron los integrantes del taller de Spoken Word de Banff, que termina hoy, en un espectáculo en el “Club” de Banff, un lugar para espectáculos más íntimo.

Después de algunos días de convivir y platicar  con ellos, me sorprendió como en el escenario dejaban de ser ellos mismos para convertirse en una tortuga, un conejo gigante, el narrador de cuentos infantiles o un comentarista de noticiario. Sus voces resonaban con tal fuerza que pasé las dos horas con piel de gallina, entre carcajadas, reflexiones, miedo, tristeza y una alegría indescriptible.  Los nombres artísticos de los poetas debieron haberme dado una pista: Wonderdave, Truth is, the Prophets of doom.

Me gusta que ellos así te juzgan, por tus palabras y no por tu apariencia o tu proveniencia, porque eso es lo que somos: nuestra palabra.

Ayer  leí que al poeta Stanley Kunitz, quien murió a los 102 años, le preguntaron si le tenía miedo a la muerte y su respuesta fue la siguiente:

"Oh no, I am looking forward to becoming language”.







No comments:

Post a Comment